viernes, 17 de diciembre de 2010

Cuidado de las lentes de contacto



Con los cuidados adecuados, las lentes de contacto son una opción práctica, cómoda y saludable para la corrección de la visión. Tan sólo es necesario tener en cuenta unos detalles:

Por tu propia seguridad, busca siempre el asesoramiento de un profesional de la visión autorizado (tu óptico) antes de empezar a usar lentes de contacto.

En España, la adaptación de las lentes de contacto solamente pueden llevarla a cabo profesionales de la visión, y las lentes no pueden venderse sin la supervisión de un especialista.

Nunca compres lentes en sitios como estaciones de servicio, perfumerías o mercados ambulantes. Solamente un profesional de la visión ha recibido la enseñanza y formación necesarias para examinar y adaptar de forma adecuada la lente a tus ojos.

Visitando a un especialista, te aseguras de que te prescribirán las lentes de contacto adecuadas para tus ojos y tus necesidades personales de corrección de la visión, y evitarás problemas posteriores.

Un seguimiento periódico por parte de tu óptico es esencial para asegurar la salud ocular. Con el tiempo, tanto los ojos como las lentes pueden cambiar, con frecuencia sin signos de advertencia, colocándote en situación de riesgo de desarrollar posibles complicaciones graves, incluida la pérdida de visión. Una atención periódica por parte de un profesional de la visión te ayudará a asegurar una buena visión y una excelente salud ocular durante toda la vida. Consulta a tu especialista para obtener información sobre el programa de visitas recomendado, que por lo general oscila entre 6 y 12 meses.

Las distintas lentes están hechas para diferentes programas de uso. Mientras que algunas lentes están diseñadas para usarlas durante una semana o incluso un mes de uso continuo, otras han sido pensadas para ser retiradas diariamente. Para proteger los ojos de complicaciones graves es importante que sigas a rajatabla el programa de uso recomendado por tu especialista. Si tienes alguna duda, consulta inmediatamente con tu óptico.

Es asimismo importante lavar, enjuagar y secar bien las manos cada vez que vayas a manipular las lentes. Una correcta higiene contribuye a eliminar gérmenes que pueden causar infecciones oculares, especialmente en las personas fumadoras.

No coloques nunca una lente en un ojo rojo, irritado o dolorido. En estos casos, deberás contactar inmediatamente con tu profesional de la visión antes de continuar usando la lente.

En función del tipo de lente, existen diferentes opciones para limpiarlas y desinfectarlas. Algunas como por ejemplo las de uso diario, no necesitan mantenimiento, ya que no se reutilizan. Sin embargo, si utilizas lentes de contacto que tu óptico te ha recomendado que te pongas y quites diariamente, es imprescindible limpiarlas y desinfectarlas perfectamente después de cada uso. El cuidado adecuado de tus lentes ayuda a que éstas permanezcan limpias y sean cómodas a la hora de usarlas. Tu óptico decidirá cuales son las mejores soluciones de limpieza para tu caso concreto.

Si crees que puedes tener cualquier problema con tus lentes de contacto, retíralas y consulta inmediatamente con tu óptico. La incomodidad puede ser síntoma de una complicación más grave, y el tratamiento precoz es la mejor garantía para evitar complicaciones posteriores.

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